– “Tu sólo repite las líneas que el patio de butacas lanza a tu mente, querida.”
Tennessee siempre me decía:
– “Sólo entrego hojas en blanco a mi editor. En toda mi carrera no he escrito otra cosa que Elizabeth Taylor.”
Esa marica debió estar borracha, al pretender sobornarme con semejante idiotez.
Katharine Hepburn, Deborah Kerr o cuanta starlet se cruzara en su camino, debió soportar la misma chorreada de halagos. Sobretodo si la figurita en cuestión, poseía un marido lo suficientemente dotado como para ser bisexual a cambio de una buena cantidad de pasta y cocaína.
¡Como supe amar a esa despiadada gallina!